Sobran cuatro

En ésta recién desvirgada #ligademierda la competitividad, la disputa, la emoción o el factor sorpresa, quedan de inicio relegados a la categoría de imposible puesto que, los dos monstruos presupuestarios y mediáticos juegan a otra cosa. ¿Disputan? sus encuentros con el único objetivo de saber cuántos le endosarán al sparring de turno y, procurando que antes del  ´20 de la primera ya sepan lo que les espera: correr tras la pelota y recoger no menos de cinco veces la bola del marco que les toque defender. 
Se lo llevan todo y calentito; jugadores, ingresos, minutos de radio y tv, portadas de prensa, tendencias, dejando las migajas a los osados que alcen la voz a sabiendas que, de un simple pisotón, volverán a la cruda realidad de la medianía ante los supra poderosos.
Sobran dos por arriba que aspiran a endosarse no menos de 90 puntos (30 de 38 victorias mínimo) concediendo el despojo de algún empate o derrota cuando les de por tener un mal día, usen el plan B de rotaciones an te envites europeos de mayor calado o, simplemente hayan finiquitado el objetivo final.
Pero no nos engañemos, también sobran dos por abajo. Una #ligademierda como la que tenemos, recaudadora y convertida a maratoniana, que ampara y nutre a la selección campeona del mundo ni debe, ni puede tener un nivel tan ínfimo en la cola cómo el que acoge, con equipos jugando dese el minuto cero a meterse en la pelea del no descenso e involucrando a cuántos más mejor.
La justificación a 22 sólo se sostiene en el afán recaudatorio. La LFP no es más que una empresa privada con ánimo de lucro. Al fútbol, que le den...